5 Hacks de estudio probados por la ciencia

En la preparatoria, recibí muchos consejos de profesores y compañeros sobre un montón de trucos de estudio. Algunos de los hacks de estudio que escuché me parecían locos. 

Cómo los estudiantes pueden quedarse despiertos toda la noche leyendo capítulo tras capítulo en un libro de texto o escribiendo documentos. ¡Me gusta dormir demasiado, no puedo hacer eso!

Finalmente, encontré mi propia forma de estudiar, reuniendo muchos y variados hacks. Pero todavía tenía curiosidad por saber si hay formas más eficientes de estudiar que la que usé.

Investigué y reuní algunos de los hacks de estudio respaldados por la ciencia que son útiles para cualquier alumno.

1. Aprende “fragmentando”

Si ha tomado una clase de psicología, es posible que ya esté familiarizado con la idea de fragmentar. La teoría es que las personas tienden a recordar mejor las cosas cuando aprenden ideas relacionadas en pequeños fragmentos, en lugar de simplemente tratar de meter todos los detalles de un tema en sus cabezas a la vez.

Todo se basa en la capacidad de la memoria de trabajo y en cómo nuestros cerebros convierten los recuerdos a corto plazo en recuerdos a largo plazo. 

Los psicólogos han demostrado consistentemente que las personas pueden recordar fácilmente una serie de números o nombres de 5 a 9 objetos de largo. Eso significa que la persona promedio puede repetir unos 7 elementos unos segundos después de recibir una lista.

Los estudiantes que abarrotan pueden estar recibiendo mucha información a la vez, pero como sus memorias de trabajo no pueden contener todos esos hechos, tienden a olvidar la mayor parte de lo que aprenden. 

Una forma de superar la pérdida de conocimiento al abarrotar es juntar temas. La investigación ha demostrado que los sujetos tienden a recordar más elementos de una lista cuando relacionan ciertos elementos de la lista con otros.

Entonces, si se encuentra en una situación (no ideal) en la que necesita recordar una gran cantidad de información en un corto período de tiempo, intente agrupar los hechos en función de sus características. 

O, encuentre un patrón en la información que sea significativo para usted para conectar ideas aparentemente no relacionadas.

2. No seas víctima de la curva de olvido

Has oído hablar de las curvas de aprendizaje, pero ¿alguna vez has escuchado la Curva de olvido

La investigación muestra que es mucho más probable que las personas puedan recordar información de una conferencia de una hora cuando revisan lo que aprendieron más adelante. Y, como era de esperar, mientras más vuelvan la información en su mente, más tiempo la recordarán.

Al igual que la fragmentación, este truco se basa en el funcionamiento de la memoria de trabajo. Las personas reciben una cantidad asombrosa de información sensorial cada día. 

Como no toda esta información es importante, el cerebro debe decidir a qué aferrarse y qué olvidar. Una forma en que el cerebro decide qué tiene prioridad es prestando más atención a la información que ha procesado varias veces.

Es más probable que recuerde la información de sus conferencias si revisa lo que ha aprendido todos los días durante una pequeña cantidad de tiempo todos los días en lugar de abarrotar. 

Si no tiene tiempo para revisar todo lo que aprendió en una clase todos los días, al menos intente asegurarse de haber examinado y procesado activamente un tema varias veces antes de un examen.

Una forma de hacerlo es leer activamente el material relevante de su libro de texto antes de su conferencia, tomar notas y luego revisar esas notas esa noche antes de irse a dormir. 

Obviamente, es útil revisar sus notas nuevamente antes de una prueba, y cuanto más tiempo pueda encontrar para revisar, menos volverá a aprender antes de su prueba. ¡Realmente puede ayudarlo a ahorrar tiempo a largo plazo!

3. Haz ejercicio antes de estudiar

El ejercicio tiene efectos a largo y corto plazo en la cognición. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo interpreta el estrés físico mientras luchas o huyes de un enemigo y activa tu sistema nervioso simpático. 

En respuesta, su cerebro se inunda de sangre adicional, rica en oxígeno y nutrientes, para tomar lo que cree que podrían ser decisiones que salvan vidas. Incluso se ha demostrado que el ejercicio puede conducir a la neurogénesis, o la creación de nuevas células cerebrales, un proceso que antes se consideraba imposible.

Además, una estructura cerebral llamada hipocampo se estimula durante el ejercicio. La investigación ha demostrado que el hipocampo es importante para el razonamiento y la memoria, en particular para programas académicos de prepa y universidad.

Además de los aumentos a corto plazo en la cognición, el ejercicio regular en realidad puede ralentizar la contracción del hipocampo relacionada con la edad.

4. Estudia antes de irte a dormir

Un estudio colaborativo publicado por investigadores de Notre Dame y Harvard descubrió que los sujetos de investigación tendían a recordar mejor los pares de palabras no relacionados si los habían aprendido poco antes de una buena noche de sueño, en lugar de la mañana anterior a las 12 horas de estar despierto.

Desde hace tiempo se teoriza que el sueño ayuda a estabilizar los recuerdos que formamos a lo largo del día. Curiosamente, parece que estar despierto hace exactamente lo contrario: crear interferencia en nuestros recuerdos y hacer que olvidemos algo de lo que hemos aprendido.

Esto solo sirve como más evidencia de que es mejor no tirar una noche entera. Trate de dormir de 7 a 8 horas de manera constante, y posiblemente programe una sesión de estudio antes de acostarse.

5. Romper largas sesiones de estudio para un mejor enfoque

Puede sentirse tentado a comprometerse a sesiones de estudio de una hora de duración. No hay nada de malo en tener ocasionalmente estudios, solo asegúrate de tener descansos cortos mientras trabajas.

La investigación ha demostrado que cuando las personas intentan concentrarse en una sola tarea durante un largo período de tiempo, sus mentes comienzan a divagar. 

Es el mismo fenómeno que experimentas cuando escuchas el mismo sonido una y otra vez: te acostumbras y se convierte en fondo. La idea es la misma para una tarea en la que estás tratando de concentrarte. En esencia, comienzas a seguir los movimientos sin pensar realmente en lo que estás haciendo.

Resulta que tomar descansos cortos e intermitentes puede ayudarlo a recuperar la concentración y estudiar de manera más efectiva. Toma pequeñas caminatas, haz alguna tarea doméstica o simplemente escucha un poco de música antes de retomar tu sesión de estudio.

No todos estos hacks de estudio funcionarán para todos. Pero vale la pena probar una especie de grupo de hacks de estudio para ver si pueden permitirte una pequeña ventaja. 

El tiempo es precioso: ¿por qué estudiar de una manera que no te ayuda a aprender lo mejor que puedas? Pon a pruebas estos hacks y diseña tu propia estrategia de estudio.